martes, 7 de julio de 2009

7 de julio. La gallina de los huevos de oro



Hoy estuvo un día muy feo. Toda la mañana estuvo medio lloviendo. Hoy cuando llegamos lo primero que hicimos fue ver una fabulilla de disney que duro menos de cuatro minutos,aunque fue muy divertida mientras Mar y Cris nos prepararon todo lo necesario para hacer unos huevos gigantes de papel maché, para ello nos repartieron cola, pinceles, agua y papel de periódico, y como no un globo, que teníamos que ir cubriendo hasta taparlo totalmente. Mañana lo pintaremos a nuestro gusto con acrílico y con purpurinas para tener nuestros huevos especiales tanto como los de la gallinita de la fábula de hoy.
Después de hacer esto y de lavarnos bien con jabón, nos pusimos a jugar a unas adivinanzas que nos trajo Cris en un libro muy chulo que se llama "engañifas" y que es superdivertido porque nunca son las soluciones lo que esperamos, sino cosas más graciosas que nos hacían reir. Este es libro por si queréis comprarlo o buscarlo en la biblioteca.
Luego Mar nos entregó una copia de un dibujo de la gallina de los huevos de oro y nos dio solo cuatro colores a cada uno y debiamos ir combinandolos y mezclando, y se ganaban puntos para los equipos.La primera en acabar fue Denisse, pero muchos ganaron puntos por rapidez, colorido, imaginación...
Después llegó el desayuno, que hoy nos encantó Colacao con galletas y magdalenas, casi todos repetimos, menos Abel que su padre le dio a Mar un batido para que desayunase y solo quiso tomar eso.... !Él se lo pierde¡
Después tocó juego libre y como hoy estaba un día tan feo la mayoría jugamos a juegos dentro del gimnasio, excepto de siempre del fútbol que a pesar de estar tan nublado jugaron un partidillo.
Tras el juego libre , los miembros del equipo rojo que ayer habian perdido a la rana, pidieron al equipo azul una revancha y como mar y Cris dijeron que si, pues acabamos la mañana jugando a la rana, por cierto que los del equipo rojo ganaron asi que vamos empatados a 2.
Para acabar la mañana pablo se inventó un juego de magia inspirado en la célebre gallina de los huevos de oro, aunque aqui eran de plata. Se trataba de que simulaba comerse una bolita de papel y tras cacarear como una gallina se veia el huevo caer al suelo como si una gallinita lo pusiera.


Y así llegó la hora de marchar a casa hasta mañana.
Mañana: "El burro flautista" de Tomás de Iriarte

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